Alberto Nin Frías
RESEÑAS:
ALEXIS
O el significado del temperamento urano
Este ensayo tiene el mérito de haber sido el primero publicado en nuestro idioma que tuvo la valentía de defender abiertamente la homosexualidad, yendo más lejos de lo que ningún texto en español se había atrevido a ir hasta entonces. Pero a pesar de ello su autor, el uruguayo Alberto Nin Frías, ha estado durante décadas olvidado. Publicada en 1932 –constituyendo un gran éxito de ventas–, la obra pretende ser una respuesta o un complemento al Corydon de André Gide, en el que el autor francés quiso defender una idea de la homosexualidad diferente de la que entonces estaba en boga, en desacuerdo con la teoría del tercer sexo que en el momento era la más difundida. Tampoco Nin Frías, en la obra que aquí presentamos, comulgaba con dicha idea imperante, pero aun así el libro francés le resultaba incompleto y poco convincente, debido a que Gide no daba cuenta en sus páginas de su propio estado psíquico y del de los individuos atraídos por el amor homosexual, “situando la argumentación fuera de la persona humana”. Según Nin Frías debían existir razones muy profundas que hacían que personas de gran nivel cultural, que no eran inmorales, se viesen obligadas a seguir el impulso homosexual. Buscando respuesta, él apuesta por la tesis de Gregorio Marañón expuesta en su obra Los estados intersexuales en la especie humana (1929) que sostenía el origen endocrino de la homosexualidad. Esto para Nin Frías fue una verdadera revelación: nacer homosexual era algo natural; unos hombres nacen naturalmente homosexuales como otros nacen naturalmente heterosexuales. A esta explicación añade Nin Frías la parte central de su tesis, resumida en la afirmación de que este género de pasión amorosa –la homosexualidad–, a la vez heroica y romántica, se daba predominantemente en las minorías selectas.
Esta obra valiente y pionera, desde su publicación hace 86 años nunca había vuelto a ser reeditada.
Sobre el autor
Alberto Nin Frías nació en Montevideo en 1879, hijo de una familia de la alta burguesía local, siendo su padre Presidente del Tribunal Supremo y posteriormente embajador en varias capitales europeas. Este hecho hizo que Alberto recibiese su educación escolar en varios idiomas, lo que lo convertiría en políglota. También él desempeñó cargos diplomáticos hasta 1915, momento en que por razones oscuras, renunció a su carrera y se autoexilió en Argentina, haciéndose nacional de ese país. Allí moriría a los 57 años, empobrecido y solo, únicamente acompañado por el cura español Pedro Badanelli, también homosexual, que igualmente se había visto obligado a exiliarse de su país. Escribió fundamentalmente ensayo que versaban sobre muy diversos temas, aunque también cuatro novelas cortas de claro contenido homoerótico.
Otras obras del mismo autor
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